La unidad I de la central nuclear Ascó se desconectó de la red eléctrica durante la pasada madrugada para iniciar los trabajos correspondientes a su 28ª Recarga de Combustible. Después de cerca de 17 meses de operación desde su anterior recarga en la primavera de 2020, y de acuerdo a la correspondiente planificación de los ciclos de operación, Ascó I inicia una parada que se aborda con la incorporación temporal de más de un millar de trabajadores adicionales de perfiles y especialidades diversas procedentes, en su mayoría, del entorno cercano a la instalación.
Si bien el proceso de recarga, que da nombre a la parada, consiste en la sustitución de algo más de un tercio de los elementos combustibles que conforman el núcleo del reactor, en este caso 64, durante estas semanas se ejecutarán también más de 15.000 órdenes de trabajo. De todas estas intervenciones, más del 90% corresponden a actuaciones de mantenimiento, mayoritariamente preventivo. También están planificadas actividades de mejora de la instalación que solo pueden realizarse cuando la central está parada, entre las que destacan 39 modificaciones de diseño físicas y 12 modificaciones de software informático relacionadas con diferentes sistemas de la central.
Entre los proyectos relevantes de esta 28ª Recarga de Combustible, cabe mencionar la inspección visual remota del exterior de la vasija y de la tapa, así como la inspección exterior de las penetraciones del fondo de la misma. También se procederá a la inspección de tubos por corrientes inducidas en los tres generadores de vapor y a la sustitución del motor de una de las bombas de refrigerante del reactor. Otros trabajos destacados serán la sustitución de los cambiadores de calor de aislamiento de los trenes de salvaguardias y la sustitución del motor de uno de los generadores diésel de emergencia de la instalación.