La Asociación Nuclear Ascó – Vandellós II, AIE (ANAV) cuenta ya con una nueva autorización de explotación para la central nuclear Vandellós II, que le permite continuar operando por un nuevo período de 10 años, hasta el 26 de julio de 2030.
La autorización concedida por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, de acuerdo al Reglamento de Instalaciones Nucleares y Radiactivas (RINR), recibió el informe favorable del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) el pasado 24 de junio, después de analizar toda la documentación aportada por ANAV.
El informe favorable del Pleno del CSN se basó en la “comprobación del correcto funcionamiento de la central y del mantenimiento del nivel adecuado de seguridad para continuar con su operación, así como en la constatación de la capacidad de la central para dar respuesta a requisitos normativos actuales de mayor exigencia a los estrictamente requeridos al diseño original de la central”.
ANAV mantiene en CN Vandellós II un importante programa de inversión para mantener permanentemente actualizado el estado de la instalación y garantizar el funcionamiento seguro y fiable de la planta. En este sentido, durante los últimos años se han acometido mejoras importantes como las modificaciones de diseño derivadas de los análisis post Fukushima, entre las que cabe mencionar la instalación de un sistema de venteo filtrado de la contención y de recombinadores pasivos de hidrógeno en el interior del edificio de contención, o la puesta en marcha de un centro alternativo de gestión de emergencias (CAGE), así como otras medidas incorporadas con el objetivo de aumentar la robustez y la capacidad de respuesta de la instalación ante sucesos que pudiesen ir más allá de sus bases de diseño. Por otro lado, la central ha continuado con la renovación de grandes componentes como la tapa de la vasija (2015), el estator del generador principal (2018) o los recalentadores separadores de humedad (2019), y con la modernización de sistemas -como el ordenador de procesos de planta (2015) o el sistema control digital del reactor (2016)- en lo que representa una apuesta decidida por la preparación para una operación a largo plazo.
Por su parte, el equipo humano de CN Vandellós II ha llevado a cabo durante los últimos años un intenso y preparado proceso de relevo generacional, por el que una gran parte del colectivo que participó en la construcción y puesta en marcha de la central ha ido dando paso a una nueva generación de profesionales, garantizando que la experiencia y el conocimiento continúan residiendo en la organización. A ello, han contribuido notablemente un cuidado proceso de transición puesto a puesto, mediante el que se ha asegurado la transferencia de conocimientos, y un programa de formación continua, que en la actualidad supone más del 5% de las horas laborales de los profesionales que integran este equipo humano. En conjunto, trabaja en CN Vandellós II aproximadamente un millar de profesionales, entre el personal propio y el de las empresas de servicios, cifra que se dobla en los periodos de recarga de combustible, que tienen lugar cada 18 meses.
Tanto CN Vandellós II como CN Ascó llevan varios años preparándose para operar a largo plazo más allá de la vida de diseño original de la instalación y, en este sentido, ambas plantas se sometieron recientemente un nuevo programa de evaluaciones internacionales, realizadas por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), enfocadas exclusivamente a los aspectos de seguridad relacionados con la continuidad de su operación. Bajo la denominación de Misión SALTO (Safety Aspects of Long Term Operation), el OIEA llevó a cabo en enero de 2019 una evaluación preliminar que constató que ambas instalaciones se encaminan adecuadamente a la operación a largo plazo, tanto desde el punto de vista técnico como humano. Las plantas operadas por ANAV, primeras centrales españolas en someterse a esta nueva metodología de evaluación internacional, continuarán el proceso de misiones SALTO a lo largo de los próximos cinco años con el objetivo de adaptar su preparación a la de los más altos estándares internacionales.
Con una potencia instalada de 1.087,1 MW, la central nuclear Vandellós II produjo en 2019, año con parada por recarga, un total de 7.686,24 GWh, lo que supuso aproximadamente un 17% de la electricidad generada en Cataluña y un 3% de la producida en España. En años sin parada por recarga, estos porcentajes se sitúan cerca del 21% para Cataluña y del 3,6% para todo el país.