La central nuclear Ascó 2 se desconectó de la red eléctrica durante la pasada madrugada para iniciar los trabajos correspondientes a su 27ª recarga de combustible. Después de más de 17 meses continuados de operación desde su anterior recarga en el otoño de 2020, y de acuerdo a la correspondiente planificación de los ciclos de operación, Ascó 2 inicia una parada que se aborda con la incorporación temporal de más de un millar de trabajadores adicionales de perfiles y especialidades diversas procedentes, en su mayoría, del entorno cercano a la instalación.
Si bien el proceso de recarga, que da nombre a la parada, consiste en la sustitución de algo más de un tercio de los elementos combustibles que conforman el núcleo del reactor, en este caso 64, durante estas semanas se ejecutarán también más de 13.000 órdenes de trabajo. De todas estas intervenciones, más del 90% corresponden a actuaciones de inspección y mantenimiento, mayoritariamente preventivo. También están planificadas actividades de mejora de la instalación que solo pueden realizarse cuando la central está parada, entre las que destacan 28 modificaciones de diseño físicas y 13 modificaciones de software informático relacionadas con diferentes sistemas de la central.
Entre los proyectos relevantes de esta 27ª recarga de combustible, cabe mencionar la inspección visual de placas y soldaduras inferiores de tubos guía del interno superior, actividad relacionada con la preparación de la central para la operación a largo plazo, así como la inspección de tubos por corrientes inducidas en los tres generadores de vapor y la inyección de ácido poliacrílico en el lado del circuito secundario de los mismos. Otros trabajos destacados serán la sustitución de los cambiadores de calor de aislamiento de los trenes de salvaguardias y la sustitución del transformador principal de la fase ‘S’.
La realización coordinada de todas las actividades previstas requiere una planificación previa muy detallada que involucra a todas las unidades organizativas. Éstas trabajan de forma conjunta y orientada a un objetivo prioritario: ejecutar todas las tareas programadas de manera segura, eficiente y ajustada al programa. Para ello, ha resultado fundamental la formación previa de todo el personal incorporado, que ha registrado más de 1.800 asistencias a los cursos organizados, y el compromiso tanto de ANAV como de las empresas que prestan servicio durante la parada con el desarrollo de todos los trabajos con los más altos estándares de seguridad y calidad.
Pese a la favorable evolución general de la pandemia por Covid-19, y atendiendo a la experiencia acumulada en los últimos dos años, ANAV mantendrá en vigor en esta parada por recarga las principales medidas de protección implementadas en las anteriores recargas, entre las que cabe destacar el mantenimiento de la obligatoriedad de la mascarilla en todo el emplazamiento como principal medida preventiva del contagio por Covid-19.
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