El Grupo de Intervención en Emergencias Tecnológicas y Medioambientales de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y la organización de respuesta de ANAV en la central nuclear Ascó han realizado en el día de hoy un ejercicio conjunto de formación y de coordinación de capacidades para mantener una óptima preparación en caso de requerirlo la planta.
CN Ascó ha acogido diversas prácticas en las que hipotéticamente se solicitaría la colaboración de la UME, que se ha desplazado durante toda esta semana a la central con 140 efectivos y 40 vehículos. Durante las mismas, se han comprobado, entre otras, las capacidades de reconocimientos radiológicos de zonas contaminadas en apoyo al Plan de Vigilancia Radiológico en Emergencias (PVRE) de la central, la extinción de incendios exteriores integrados con el personal de protección contra incendios de CN Ascó, el apoyo a los equipos de emergencia en el rescate de víctimas para su posterior evacuación terrestre y aérea y el control dosimétrico del personal interviniente.
El operativo de la UME desplazado a CN Ascó cuenta con vehículos ligeros de reconocimiento, vehículos de intervención en áreas contaminadas, un puesto de mando, estaciones de transmisiones y vehículos ligeros, además de helicópteros para el reconocimiento y el traslado de personas y equipos. También se han desplegado medios específicos de intervención en emergencias de carácter nuclear, radiológica, biológica y química (NRBQ) como el robot Telemax Pro.
El ejercicio ha sido seguido en el emplazamiento por diferentes representantes institucionales y mandos militares que han tenido ocasión de conocer las instalaciones y equipos de los que dispone la central para hacer frente a emergencias. De este modo, han visitado el Centro Alternativo de Gestión de la Emergencia (CAGE) y el almacén seguro, instalaciones que las centrales nucleares españolas han incorporado fruto de las lecciones aprendidas tras el suceso causado en 2011 en la central nuclear de Fukushima por el sismo de intensidad 9.0 y consecuente tsunami en la costa noroeste de Japón en 2011. El CAGE permite, en caso de ser necesario, disponer de una sala de coordinación, equipos médicos y de protección radiológica y alojamiento para los profesionales que estarían actuando en la instalación.
La Unidad Militar de Emergencia (UME) y el conjunto de las centrales nucleares españolas disponen desde 2013 de un protocolo de colaboración para la preparación de la UME de cara a su eventual intervención en situaciones de emergencia. Se trata de una mejora que refuerza los altos estándares de seguridad de las centrales nucleares ante todo tipo de escenarios de emergencia, incluso aquellos que puedan ir más allá de lo contemplado en el diseño de estas instalaciones. Este protocolo de colaboración establece ejercicios periódicos como los de esta semana en Ascó destinados a garantizar que los efectivos de la UME disponen del conocimiento necesario para poder prestar apoyo en caso necesidad.